El 5 de marzo, se celebra el día Mundial de la Eficiencia Energética establecido en la I Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética celebrada en Austria en 1998.

Su objetivo es la sensibilización de los países para usar la energía de forma razonable y sostenible. La eficiencia energética se ha consolidado como la mejor herramienta para frenar el cambio climático y caminar hacia sociedades más sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y la electrificación del transporte.

Si queremos un mundo más saludable tendremos que usar mejor nuestros recursos de una manera más eficientemente: hacer más con menos.

Es decir, si queremos energía limpia tendremos que desarrollar y usar tecnologías como la energía solar que en Mengual ya usamos desde octubre del 2022, la eólica o la de las mareas. Hemos de buscar sistemas que no agoten nuestros recursos naturales.


La Eficiencia en el marco de la UE.

En España teníamos como objetivo conseguir una mejora en la eficiencia energética del 24,2% hasta el 2020 lo que incluye la obtención de un ahorro adicional de 15.979 ktep (energía equivalente a la producida en la combustión de una tonelada de crudo).

Este reto ha supuesto la incentivación de acciones a través de programas de ayudas y coordinación entre distintas administraciones públicas, como las subvenciones que hemos tramitado para que el impacto económico de dicha transición sea menor.

Una apuesta decidida por la eficiencia energética significará además una mejora notable de nuestra competitividad en el entorno empresarial internacional y una forma de convertir gastos energéticos en empleos y liquidez para aumentar inversiones.


Una pieza clave PNIEC.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 es clave en todo el proceso de transición ecológica en nuestro país, definiendo el marco programático de aquí a 2030.

Dicho plan apuesta por el cambio modal, la reducción del tráfico, el uso del transporte público colectivo, la movilidad sostenible, la electrificación del transporte y también por la rehabilitación energética del parque edificatorio.

Para este periodo nuestro país se ha fijado un nuevo objetivo de eficiencia energética que supera el 32,5% aprobado por la Unión Europea para 2030.

El Fondo Nacional de Eficiencia Energética.

Buena parte de las medidas llevadas a cabo en España para mejorar la eficiencia se han hecho con recursos del Fondo Nacional de Eficiencia Energética impulsado 16 líneas de ayuda que suponen 1.322 millones de euros. Las actuaciones afectan el sector del transporte, la edificación, la industria, el alumbrado, ferrocarriles, desaladoras y campañas de comunicación y concienciación.

Para cumplir la directiva en nuestro país se ha establecido un sistema nacional de obligaciones de eficiencia energética por el que se asignaba a las empresas comercializadoras de gas y electricidad, a los operadores de productos petrolíferos al por mayor, y a los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor, denominados sujetos obligados, una cuota anual de ahorro energético. Estos sujetos obligados deben realizar una contribución financiera al Fondo equivalente a esa obligación de ahorro.


Está en nuestras manos y nosotros ya hemos empezado.

En este sentido, lo importante es optimizar en la medida de lo posible la energía a través de otras fuentes mucho más sostenibles, como, por ejemplo, las energías renovables, introducir la práctica del reciclaje, usar fuentes de energía limpia, utilizar la energía solar y eólica, etc.